jueves, 8 de noviembre de 2012

¡Tortuga a la vista!, de Rocío Maceda e ilustraciones de Sherry Lee Duncan



En co-edición con 

Instituto Sudcaliforniano de Cultura
Gobierno de Baja California Sur
CONACULTA


70 págs, 22 x 22 cms. 
En color.

CUENTO INFANTIL

DE LA CONTRAPORTADA:

Una niña y una tortuga se encuentran por casualidad en una playa. El animalito está temeroso y enojado porque los humanos han llevado a las tortugas marinas del mundo al peligro de extinción. La niña, gustosa por tener una nueva amiga, quiere decirle que su hermano Óscar, el biólogo marino, trabaja todos los días para salvar a las tortugas, con todo y sus carapachos. Pero la tortuga…

Este cuento, en su versión de texto de teatro, obtuvo el premio único del Primer Concurso “La ciencia y la técnica también son cultura”, convocado por la Sociedad Mexicana de Divulgación de la Ciencia y la Técnica, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Alas y Raíces) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.



SOBRE LA AUTORA:


Rocío Maceda Díaz nace en Isla Margarita, Baja California Sur, México. En ese lugar que tiene una superficie de 215 kilómetros cuadrados, habita una colonia de alrededor de dos mil lobos marinos, existe una zona de anidación de cinco mil ejemplares de aves marinas llamadas “tijeretas”, y en sus aguas año tras año nacen cientos de ballenas grises.

Con estudios en biología marina, la autora de este libro ha creado un modelo personal de educación ambiental y divulgación de la ciencia, por medio del arte. Documentales, expediciones marinas, manuales, obras de teatro, libros con la participación de niños, talleres, liberaciones de tortugas recién nacidas en playas de México y series radiofónicas, entre otros, forman parte de este concepto.



SOBRE LA ILUSTRADORA:

Sherry Lee Duncan es una artista nacida en Seattle, Washington, Estados Unidos. Ha dedicado su vida a la creación artística y tiene una maestría en bellas artes y educación. Ha impartido clases de pintura a niños, en Estados Unidos, y en rumbos tan lejanos como Lesotho, en África y en la ciudad de La Paz, en Baja California Sur, donde fue parte del profesorado de la Casa de Cultura del Estado; y en la tienda local de arte Papelería Agruel. Su artista favorito es Robert Rauschenberg y ama el expresionismo abstracto. Una de sus frases preferidas es de la autoría de Pablo Picasso: “El objeto del arte es quitar el polvo a la vida diaria de nuestras almas”.



INFORMACIÓN:

samsara.editorial@gmail.com